Dando una vuelta por internet encontré, por pura casualidad, Moodaholic. Bajo este descriptivo y sugerente título (un juego de palabras que sugiere algo así como adicto a las atmósferas y/o a los estados de ánimo), se esconde el impresionante photoblog de un fotógrafo danés: Kenny Wieng.
Cada una de sus fotos consigue transmitir estados de ánimo y atmósferas. Las dominantes de color, sus composiciones o sus enfoques selectivos son sólo algunas de las armas que Wieng emplea para lograr unas imágenes redondas.
Ésta que os muestro es la primera foto suya que encontré y lo cierto es que es la que más me impactó. Por eso me gustaría destriparla un poquito con vosotros:
- Para los amantes de los parámetros, antes de continuar, decir que la foto fue sacada con una Canon EOS 20D a 29mm, 1/100, f7.1 e ISO100.
- El primer detalle a destacar son las dos franjas negras, que hacen que esta foto parezca el fotograma de una película. Es cuestión de gustos, para mí le quedan muy bien.
- En segundo lugar, el detalle que más me llamó la atención fue el encuadre. Si os fijáis el árbol de la foto es un reflejo sobre el agua de un lago quizás, de un charco enorme, no se puede saber. Del árbol real sólo vemos parte del tronco en la zona inferior de la foto. Antes de entender que se trataba de un reflejo y no una foto sacada en movimiento, que tardé un par de segundos, pensé que las líneas negras verticales que aparecen diseminadas por la foto eran manchas en un cristal a través del cual se había hecho la foto, pero no, se trata de plantas que nacen del suelo y atraviesan la superficie del agua.
- El azul que lo inunda todo me parece demasiado azul como para ser resultado sólo de un día de tormenta. Quizás una tarde de Photoshop haya ayudado un poco a enfatizarlo un poco. Debemos empezar a fijarnos también en el poder que los colores tienen para transmitir estados de ánimo. ¿Qué os sugiere este azul?
- La superficie del agua y las briznas de hierba que la atraviesan, que no están perfectamente congeladas, denotan que debía de hacer bastante viento ese día, además de que la velocidad de disparo efectivamente no fue muy elevada.
Las sorpresitas en las fotos, como el encuadre invertido combinado con reflejo de ésta, suele resultar muy bien. Es un recurso interesantísimo que puede convertir una foto normalita en algo impactante y atractivo. Hay muchas opciones de este tipo para lograr imágenes más impactantes: fijarse en lo que tienes encima y debajo buscando lo que nadie ve, disparar a ras de suelo... ¿Qué trucos guardáis vosotros?
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