Aprovechar un paseo a un zoo o una visita a una reserva natural es una ocasión magnífica para fotografiar animales, que son un motivo muy atractivo para cualquier fotógrafo. Además, se nos ofrecen muchas posibilidades para sacar más rendimiento a nuestra compacta o experimentar con nuestra réflex, desde capturar momentos simpáticos y especiales, hasta primeros planos o captar a un animal en movimiento.
Por ello, a continuación recopilo algunos consejos útiles para una sesión de fotografías con animales como protagonistas, en zoos o reservas, pero también es extensible a parques, centros de naturaleza y cualquier hábitat donde los animales campen a sus anchas.
Primero hay que advertir que los animales, por regla general, son complicados de fotografiar, pero suponen un reto que con paciencia se logran resultados muy satisfactorios.
Por supuesto, ni que decir tiene, que hay que armarse de paciencia, ser cauteloso en los movimientos y dedicar bastante tiempo a observarlos.
Llevar algo de comida nos puede ayudar a mantenerlos atentos (si hay felinos grandes no le enseñéis una rica chuleta).
Es muy recomendable llevar un teleobjetivo con una distancia focal amplia, si queremos captar un primer plano, aunque dependiendo del lugar, aproximarnos lo máximo posible puede ayudar bastante (si están en cautividad suelen ser más permisivos con nuestra presencia).
Hay que tener cuidado con las sombras muy pronunciadas, a menudo los animales permanecen semiocultos y es complicado captarlos bien iluminados.
Mejor nos olvidamos del flash, sólo va a conseguir asustarlos.
Hay que cuidar bien el fondo, que sea difuso y contraste lo suficiente con la silueta de nuestro "modelo". Podemos experimentar con las profundidades de campo para destacar el animal sobre el fondo.
En los retratos y primeros planos es muy importante lograr enfocar bien los ojos, una mirada bien captada aporta un valor añadido y, al igual, que con las personas recogemos su personalidad.
Para captar animales en movimientos rápidos utiliza el modo de escena "deportes" o bien dispara con velocidad de obturación alta. No utilices el zoom digital (no sé porqué demonios existe) e intenta sujetar firmemente la cámara.
En un zoo la cosa es más compleja (dependiendo del caso) debido a las distancias, los espacios pequeños y las alambradas, rejas o mallas de protección. Pero con habilidad podemos resolver la situación. Por ejemplo, para hacer una fotografía a través de una malla metálica y evitar que ésta salga, es tan sencillo como aproximar la lente todo lo que podamos y utilizar un diafragma abierto con el teleobjetivo, haciendo desaparecer o al menos reducir la nitidez del molesto alambre.
Existen muchos más trucos y recomendaciones, pero hay que recordar que hay que disparar muchas fotografías y experimentar al máximo. Os dejo una galería con algunas fotografías (magníficas) de Manolo Toledo a modo de ejemplo.
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