Si no has leído el anterior capítulo sobre la velocidad de obturación, os recomendamos encarecidamente que lo hagáis antes de continuar. Una vez leído podemos continuar.
Aspectos técnicos
A vuestra izquierda podéis ver un cuadro (tomado de la wikipedia) donde aparecen las velocidades que puede tener un obturador. En la columna de la izquierda está el valor que nos marca la cámara y en la de la derecha su tiempo real. Es importante que sepas que al salto de un tiempo a otro contiguo se le denomina paso.
En el apartado anterior, cuando hemos hablado de la creatividad que permite este parámetro, hemos hablado de velocidades altas y bajas. En general, y sin que sea una verdad universal, consideraremos velocidades bajas o lentas a aquellas inferiores a 1/60 y velocidades altas o rápidas a aquellas superiores a esta misma. Así de sencillo.
Y a lo mejor te estás preguntando como puedes controlar la velocidad con tu cámara. Pues para empezar debe poder permitir el uso de controles manuales. Si es así, en las cámaras solemos tener dos opciones para jugar con ella. Una es el modo manual (normalmente M) en el que configuraremos la velocidad de obturación y el diafragma. El otro es el modo de prioridad a la velocidad (normalmente S, y por favor, corregidme si me equivoco, ya que puede variar en función de la cámara) en el que simplemente deberemos configurar este parámetro.
Existe un accesorio indispensable si acostumbramos a jugar con velocidades lentas. Éste es el trípode. Cuando utilizamos velocidades bajas, hacer fotos a pulso puede que no sea una muy buena idea. Nuestro movimiento puede arruinar la foto. El trípode (o cualquier otro punto de apoyo) puede salvarnos la vida. Pero ¿cuándo debemos descartar la idea de hacer la foto a pulso? Pues muy sencillo, existe un truquillo para ello. La velocidad máxima a la que dispararemos sin ayuda será 1/distancia focal que utilicemos. Por ejemplo, si utilizamos un 50mm, no es recomendable arriesgarse por debajo de 1/60.
Acabaremos señalando que este parámetro es un íntimo de la apertura del diafragma y que los valores de uno influyen en el otro. Pero esto es algo que ya verás cuando hayamos hablado también del diafragma.
Prácticas
Os dejamos algunas sugerencias para poder jugar y aprender sobre el uso de la velocidad de obturación:
- Experimenta con un grifo abierto (un pequeño chorro de agua bastará) con distintas velocidades. Trata de congelar el agua que cae con velocidades altas y trata de conseguir un fino y uniforme hilo con velocidades bajas. Usa la prioridad a la velocidad para no tener que preocuparte de nada más (y no derroches demasiada agua).
- Prueba fotografiar coches en la noche con velocidades bajas. Aquellas que te permitan que el coche aparezca en la foto junto a la estela que dejen sus luces y aquellas en las que ni el coche aparezca (velocidades más bajas).
- Juega a disparar fotografías con velocidades bajas mientras cambias la distancia focal. Te sorprenderán los resultados.
- Prueba a fotografiar niños o mascotas jugando, personas realizando una actividad física, etc. en exteriores y con velocidades muy altas. A ver que detalles eres capaz de captar.
- Intenta colocar un elemento estático y otro móvil en el encuadre. Busca que velocidad es la mejor para lograr la sensación de movimiento. Será más fácil si lo haces en condiciones de baja iluminación, no lo hagas a plena luz del día...
- Coméntanos por aquí que resultados has obtenido.
En Xataka Foto ya hemos hecho multitud de referencias a la velocidad de obturación en algunas fotografías en concreto o en consejos para determinados tipos de fotos. Os aconsejamos dedicar un rato a los posts de nuestra categoría de trucos y consejos para encontrar múltiples ejemplos o ideas relacionados con la velocidad de obturación.
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