Practicar fotografía urbana en las calles de Sevilla, Nueva York, Tokio, Shanghái, Estambul o Sídney, entre muchas otras posibles ubicaciones, es una garantía de éxito. Sin embargo, cuando lo que nos apetece es salirnos «del camino trillado» y apostar por urbes con encanto mucho menos conocidas, las opciones se multiplican.
Precisamente, el objetivo de este post es proponeros ubicaciones relativamente poco habituales en las que los incondicionales de la fotografía urbana podemos dar rienda suelta a nuestra creatividad. Y, de paso, volveremos a casa con un buen puñado de recuerdos de esos que permanecen en nuestra memoria para siempre. Lógicamente, hay una infinidad de ubicaciones originales con interés para practicar la fotografía urbana repartidas por todo el planeta, por lo que os proponemos que os toméis las siete que os sugerimos a continuación solo como una primera hornada de opciones apetecibles. Si os gusta este post ampliaremos el listado con muchos otros destinos de visita obligada. Vamos allá.
Bourbon Street, Nueva Orleans (Estados Unidos)
Dicen que Nueva Orleans es una de las ciudades con más carácter de Estados Unidos. Y es cierto. Pasear por sus calles conlleva toparse de bruces con sus raíces españolas, francesas, latinoamericanas y africanas, un mestizaje difícil de encontrar en otros lugares del mundo y que ha provocado que esta urbe sea la cuna del jazz y el rhythm and blues. Pero no solo es un destino interesante por su cultura musical.
También lo es por su cocina criolla, por sus parques, por la aún hoy evidente influencia del vudú, por su arquitectura, y, sobre todo, por sus gentes. Recorrer sus calles con nuestra cámara nos permitirá capturar momentos y experiencias que quedarán grabados no solo en la tarjeta de nuestra cámara, sino también en nuestra memoria.
Fez (Marruecos)
Situada en la antigua Hispania Nova, Fez es hoy la tercera ciudad más poblada de Marruecos, después de Casablanca y Rabat. Urbe imperial donde las haya, atrapa por su sólida tradición, salpicada por diminutas esquirlas de modernidad. Pero lo que nos invita a perdernos en sus laberínticas calles con nuestra cámara de fotos es su aplastante herencia medieval, sus murallas, sus abigarradas puertas y sus medinas, especialmente la de Fez el-Bali, declarada Patrimonio de la Humanidad y dicen que el mayor barrio antiguo peatonal del mundo. Imperdonable regresar a casa sin haber capturado con nuestra cámara la hospitalidad y el afable carácter de sus habitantes.
Larung Gar, Tíbet (China)
Este no es un destino fácil. Larung Gar es una de esas pocas ciudades del planeta capaces de cambiar para siempre nuestra percepción de la vida y provocarnos una catarsis emocional. Precisamente, por eso merece mucho la pena hacer el esfuerzo de desplazarse hasta el Tíbet. Sus calles exudan budismo, introspección y recogimiento, pero también afabilidad. Si consigues vencer el mal de altura que suelen provocar, al menos al principio, los 4.000 metros sobre el nivel del mar sobre los que se erige, descubrirás sus edificios rojizos, su decoración colorida, y, sobre todo, la hondura de sus gentes, siempre ataviadas con sus túnicas carmesí. Un destino irrenunciable.
Lastres, Asturias (España)
Afortunadamente, no es ni mucho menos imprescindible que recorramos miles de kilómetros (al menos los fotógrafos que vivimos en España) para encontrar ciudades y pueblos con el encanto que requiere un buen reportaje de fotografía urbana. Lastres es un pequeño pueblo marinero del litoral asturiano «delicioso» por tres cualidades indiscutibles: la bonhomía de su gente, la belleza tanto de sus edificios como de su entorno natural, y, por supuesto, su gastronomía. Recorrer sus calles empedradas con nuestra cámara en las manos es una experiencia reconfortante y reparadora como pocas.
Molivos, Lesbos (Grecia)
Solemos pensar que los emplazamientos con mucho «tirón» turístico pierden una parte de su encanto por culpa de la masificación. Afortunadamente, hay excepciones. Y Molivos es una de ellas. Su interés turístico, el que tiene como la capital, turística que no oficial, de Lesbos que es, resulta indiscutible, pero su atractivo es embriagador gracias a su interés cultural, a su capacidad de preservación de la tradición, y, cómo no, a su belleza. El reto que plantea este destino a cualquier fotógrafo consiste en saber capturar su atractivo actual, pero sin perder ese sabor a mitología que aún hoy podemos degustar en sus calles.
Parati, Río de Janeiro (Brasil)
Sus casi cinco siglos de antigüedad hacen de Parati una de las urbes con más historia de toda Sudamérica. Ubicada entre dos ríos y adherida al océano Atlántico, fue entre los siglos XVI y XIX la sede de uno de los puertos de comercio de oro más importantes de toda América. En el centro de la ciudad aún podemos disfrutar su arquitectura colonial, excepcionalmente bien conservada y vertebrada por sus calles empedradas. Si a esto unimos el carácter hospitalario y conciliador de sus habitantes resulta fácil entender por qué Parati es un destino irrenunciable para cualquier apasionado por la fotografía urbana que decida viajar a Brasil.
Spello (Italia)
Tendida a los pies del monte Subasio, Spello es con toda probabilidad una de las localidades más pintorescas, y, a la par, menos conocidas de toda Italia. Precisamente por esta razón esta ciudad de piedra, y con un marcado carácter medieval, es un destino muy apetecible si decidimos redescubrir nuestro legado romano, pero queremos salirnos de lo habitual. Llama poderosamente la atención el hecho de que, a pesar de ser una urbe de tamaño medio, en ella se respira el sosiego y el ritmo atemperado más propios de los pueblos de pequeño tamaño. Todo un descubrimiento que despertará, sin duda, nuestra creatividad tan pronto como desenfundemos nuestra cámara.
Imagen de apertura | Lars Plougmann (Bourbon Street, Nueva Orleans)
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