Aunque la fotografía con móvil vive un gran auge, lo cierto es que en su etapa de progreso aún está en pañales. El enorme entusiasmo con el que se unen muchos aficionados, hace que se vean cada vez mejores fotos. Pero también muchas no tan buenas. Y, sobre todo, algunos hábitos y errores comunes que evitan el progreso y mejora como fotógrafos.
Voy a recopilar diez errores habituales que encuentro en la fotografía con móvil. Son fruto de la experiencia propia. Diez errores en los que se suele caer, algunos fácilmente subsanables, otros son más recurrentes. Pero con un poco de constancia, conciencia y esfuerzo, se puede subir un peldaño en la fotografía con móvil en particular. Aviso: sólo apto para inconformistas.
iPhone es el mejor
Craso error en los tiempos que corren. Quizás hace algunos años, el smartphone de la manzana se erigió como un referente en la fotografía con móvil. Pero más por sus muchas opciones en aplicaciones que realmente por abismal diferencia tecnológica. Hoy en día esto ya está superado. Seguir creyendo que para hacer buenas fotos con móvil es necesario un iPhone es un error.
Solo hay que tener la mente abierta y comprobar como modelos recientes ofrecen resultados a tener en cuenta. Hablamos del Nokia Lumia 920, Sony Xperia Z o el HTC One por poner ejemplos de modelos recientes. En todo caso, el nivel está muy igualado y merece la pena probarlos antes de decidirse. Sin prejuicios.
Coleccionar aplicaciones
La tentación de probar cada nueva aplicación fotográfica que aparece hace que acabemos acumulando demasiadas. Que nos dispersemos. Es mucha la oferta y obsesionarse con tener cada nueva que aparece, ofreciendo un nuevo efecto o herramienta, nos hace olvidarnos de lo que es realmente importante. Es como obsesionarse por estar comprando nuevas fundas o bolsas para una cámara. Una vez encuentras la que te vale, no hace falta seguir buscando.
Aplicaciones hay muchas, así que lo suyo es hacerse con un kit básico, cuantas menos mejor. Y sacarles el máximo provecho. Las mejores son las a que cada uno nos va mejor, no las que todos usan. Si nos encontramos cómodos, si nos gusta trabajar con alguna, pues no busquemos más.
El procesado lo arregla todo
Cuando haces muchas fotos, incluso aquella que descartarías sin pensar, siempre acabas dándole una oportunidad procesándola con tal o cual aplicación. Pensando "recortando un poco y con un filtro se arregla". Es un error. Un procesado, una edición con cualquier aplicación puede mejorar una buena captura, pero no solucionar una foto con una mala composición, sobreexpuesta o con una luz horrible.
No acercarse lo suficiente
En el mismo caso del punto anterior, no aproximarnos para tomar una foto y confiar en el posterior recorte porque nuestro smartphone tiene muchos megapíxeles es otro error. La calidad que ofrece un sensor y un objetivo de un smartphone son muy limitados y más cuando se trata de recortar y ampliar. Es cuando los defectos salen más a relucir. Además, el mejor zoom son nuestros pies. Y como decía Robert Capa: "si una foto no es buena, es que no estabas lo suficientemente cerca".
Desconocer lo básico en fotografía
Confiar en que nuestro ojo, nuestro instinto y las "bondades" de mi smartphone son más que suficientes para conseguir buenas fotos es otro error. El aprendizaje de los conceptos básicos de fotografía son esenciales para mejorar, sea cual sea la cámara que usemos. Y aunque con un smartphone no tenemos muchas opciones, sí debemos conocer cómo sacarle partido a la luz, como realizar el mejor encuadre, una composición que funcione... aquí hay que autoexigirse más. Aprender, leer y mirar a los grandes es vital.
Coleccionar "likes"
La fotografía móvil vive acomodada en las redes sociales para bien y para mal. Si somos de los que compartimos todas nuestras fotos (o gran parte) y cuya única finalidad es esperar los ansiados "likes" (ya sean de Instagram, Facebook, etc.) para enaltecer nuestro ego y creernos realmente buenos, estamos fallando como fotógrafos. Está genial tener feedback de otros. Saber si gustan o no, nos puede ser muy útil, pero si es nuestra única finalidad, no conseguiremos más que hacer crecer nuestro ego y empequeñecer nuestro talento como fotógrafos.
No aceptar críticas
En la misma línea de lo anterior. Es muy satisfactorio recibir muchos "me gusta". Nos animan. Sin embargo, no siempre son bien acogidas las críticas. Precisamente son de las que más podemos aprender. Sobre todo cuando se hacen con finalidad constructiva. Es más valiosa una crítica cuando compartimos una foto o la mostramos, que muchas palmaditas en la espalda o "likes". Y viceversa. Está bien aplaudir, pero también digamos lo que no nos gusta. Es natural y muy positivo.
Ser un "hooligan" de Instagram
Instagram es impresionante. Ha supuesto un paso esencial para la fotografía con móvil. Pero es solo una plataforma más para compartir fotos. Hay muchas más. Si nos sentimos cómodos solo en Instagram, pues genial, pero no nos cerremos a otras opciones, a descubrir otros fotógrafos, otras maneras de expandir el carácter social de la fotografía con móvil. Nos ayudará mucho ver, compartir fotos y usar otras plataformas. Tampoco hay que estar en todas, pero sí es recomendable salir del cómodo regazo de Instagram y conocer qué hay más allá. Que es mucho.
Solo imitar sin buscar un estilo propio
Otro error habitual es convertirnos en unos imitadores. Está claro que es difícil ser original. Hay que esforzarse mucho para destacar, pero es esencial seguir un camino marcado por nuestros gustos, obsesiones e ideas. Mejoraremos y destacaremos si nos dejamos de "imitar" estilos y buscamos el propio. No siempre es de alcance inmediato, suele ser un largo recorrido, pero será mucho más satisfactorio.
Aunque hayamos realizado muchas y malas fotografías por el camino, al menos serán nuestras, son fruto de nuestra creatividad y no meras copias.
Olvidarse de que hay más cámaras
Nuestro smartphone siempre lo llevamos encima, es muy cómodo y rápido para fotos a diario, para compartir... pero precisamente por la evidente limitación de sus posibilidades técnicas nos perdemos opciones para seguir creciendo, de exigirnos más, de seguir mejorando y de hacer otro tipo de fotos. Hay otras cámaras igualmente portátiles, cómodas de llevar en viajes o incluso a diario. Está muy bien que con un smartphone se puedan hacer cada vez más y más trabajos diferentes, pero no nos olvidemos que hay muchas cámaras con muchas (u otras) posibilidades fotográficas que no deberíamos despreciar.
De todos estos aspectos comentados se puede hacer una valoración positiva y pueden servirnos como consejos para no encasillarnos, estancarnos y abrir nuestra mente y nuestros ojos.
Foto | Taking a photo of Christmas tree, por Takashi(aes256)
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