Panasonic ha presentado hoy oficialmente una nueva cámara del sistema Micro Cuatro Tercios: Lumix G5. Se trata de una apuesta fuerte del fabricante aunando la última tecnología, con nuevo sensor, y buscando un paso más en las cámaras sin espejo de objetivo intercambiables. Tal y como la definen: llamada a revolucionar.
Hace unos días tuvimos la oportunidad de estar en la presentación de prensa de Panasonic con esta y otras novedades, además de poder probarla durante unas horas. Así que vamos a conocer en detalle qué nos ofrece esta nueva Lumix G5 y unas primeras impresiones con algunas imágenes de ejemplo (de una unidad no definitiva y solo en JPEG).
Lumix DMC-G5: diseño y ergonomía
Esta nueva compacta sin espejo de Panasonic sigue el camino, en cuanto a diseño, de modelos anteriores como la Lumix G3, presentada apenas hace un año. Un diseño compacto en la misma línea, alejado de la miniaturización de la GF5, a pesar de intentar mantener ligereza sin perder opciones de control y el visor electrónico integrado.
De hecho parece una evolución lógica de la esta gama, aunque ahora destacando una nueva empuñadura mucho más cómoda, más prominente, de líneas más curvas, ergonómica y con un material diferente que la hace realmente cómoda (que recuerda ligeramente a la G2, aunque con otro material y donde se sitúa el disparador). Aquí han tomado buena nota y mejorado el agarre con respecto a la mencionada G3. La construcción es sólida y el acabado, a pesar del plástico, deja buena impresión.
En su parte posterior encontramos también ligeros cambios con respecto al modelo anterior. Botones en plata, y destacando la nueva ubicación de la rueda de control o dial posterior, situada casi en la “esquina” superior derecha (cuesta un poco hacerse a su ubicación y más para manos grandes).
Encontramos un par de novedades destacadas, como la inclusión de un botón junto al disparador, una pequeña palanca que posee varias utilidades añadidas (controlar el zoom, aumentar imagen en el modo de reproducción o navegar por la interfaz), aunque también cuesta un poco hacerse a su ubicación y, especialmente, a su uso. Aunque, la verdad, no he encontrado que sea una aportación excesiva ni demasiado útil durante la prueba. Es de suponer que con un uso más habitual se le pueda sacar mayor rendimiento.
Por último, destacar que la pantalla articulada sigue manteniéndose y también su capacidad táctil. Mejorable en este sentido, al menos puede resultar útil para algunas situaciones, aunque sigue sin ser todo lo intituitiva, cómoda y potente que podría ser. Sigue siendo una pantalla LCD de 3 pulgadas. En cuanto al visor electrónico, destacar que posee un sensor de movimiento ocular, que ofrece un buen rendimiento, siendo de los mejores que encontramos en cámaras de este tipo. Además recupera el sensor automático con lo que se apaga la pantalla cuando nos aproximamos.
Lumix G5: sensibilidad y velocidad
Se trata de un nuevo diseño de Lumix con un sensor Live MOS de 16 megapíxeles en conjunto con el procesador Venus Engine FHD VII. Su meta es lograr un paso más en la reducción de la señal de ruido, quizás la principal batalla del sistema adoptado por Panasonic y con el que a cada nuevo captor se logran buenos avances.
En esta ocasión nos permite una gama de sensibilidades entre 160 y 12800 ISO. Y como comento más adelante, la mejora es significativa en la lucha contra el ruido en situaciones de escasa luz.
Pero no podemos perder de vista otro de los puntos fuertes con lo que ha sido presentada esta Lumix G5: su veloz autoenfoque (denominado sistema Light Speed AF). Nueva mejora encaminada en reducir las diferencias con una cámara DSLR y, precisamente, ese es el leitmotiv de esta apuesta, con la que pretenden una cámara realmente competitiva en muchos niveles con cualquier réflex de inicio. Y de hecho ese camino ya estaba allanado y con esta G5 apenas se echa en falta funcionalidades ni prestaciones similares.
Pero vayamos por partes, ya que la Lumix G5 también nos ofrece mejoras en el enfoque con múltiples zonas, detección de rostros y AF tracking, con el que mantiene el foco en un sujete aunque se mueva. Además de ofrecer una velocidad de disparo en ráfaga de hasta 6 fps a máxima resolución o 20 fps con resolución reducida.
Aquí, de nuevo, notamos un paso adelante y resulta una cámara rápida, con uno de los mejores enfoques por contraste actuales. Algo que, de nuevo, resta distancia con respecto al enfoque en una DSLR. Aunque sí que es cierto, que poniéndolo a prueba de forma exigente (especialmente en el seguimiento de motivos en movimiento) sigue evidenciando alguna carencia, aunque más propio del tipo de este sistema de enfoque que por falta de mejora. También hay que puntualizar que la prueba se ha realizado con el zoom 14-42 mm habitual en el kit básico y que es de suponer que con objetivos más avanzados, esta mejora será mucho más notable, además de tratarse de una unidad de G5 no definitiva.
Tal es el caso del nuevo Lumix GX Vario 12-35 mm f/2.8 o el también presentado Lumix G Vario 45-150 f/4-5.6 HD, otras de las novedades de Panasonic de estos días.
El vídeo Full HD no podía faltar ni los modos creativos
Panasonic tampoco ha olvidado ofrecer potentes prestaciones en la grabación de vídeo, con botón exclusivo situado en la parte superior del cuerpo, doble microfóno para recoger sonido en estéreo, pero especialmente con su Full HD. Lo hace, como habitualmente, en formato AVCHD (1080 p a 50 fps) o en MP4 (1080p a 25 fps).
Y en cuanto a ofrecer opciones creativas al fotógrafo entusiasta incorpora nueve filtros nuevos respecto a la G3: destacar un tono de un objeto y el resto en blanco y negro (desaturado selectivo pero aquí denominado “un punto de color”) o el llamativo modo monocromático dinámico que aumenta el contraste.
Lumix G5: conclusiones
Nos encontramos con un nuevo avance del sistema Micro Cuatro Tercios en el que Panasonic ha puesto especial cuidado en aunar la última tecnología que puede ofrecer, mejorando el sensor, reduciendo el ruido y mejorando aún más el enfoque veloz, como principales argumentos. Además de continuar con múltiples opciones para facilitar las capturas, tanto creativas como modos automáticos.
Sigue en la línea avanzada de la G3 y anteriores, pero dando un nuevo paso en ese camino para convertirse en una apuesta sólida, con un sensor mejorado y un procesador con los que se mejora notablemente la calidad de imagen y la reducción de ruido. También es notable su comportamiento en la exposición, con muy buenos resultados aun en situaciones con condiciones de luz variable.
Entre los aspectos más negativos, podemos encontrar que cuesta adaptarse a algunos de los controles, en especial el dial posterior, situado en una esquina y con el que pulgar resbala con facilidad, la pantalla táctil ha mejorado pero aún le queda margen para ser mucho más práctica.
En líneas generales buen trabajo el de Panasonic con esta G5 y sus nuevas ópticas que completan un ya amplio catálogo de opciones en este sistema. Una cámara destinada a un usuario que busque una cámara con controles manuales, que se desenvuelva bien en todo tipo de situaciones (incluso con baja luz), que le guste ser creativo y aprovechar los múltiples modos que ofrece, un paso más allá de cualquier compacta. Sin saber el precio aún y si éste es comedido se postula como una buena alternativa a una réflex de inicio.
Llegará en septiembre al mercado español pero de momento desconocemos aún el precio. Ha sido presentada en tres acabados, el clásico negro, en plata (el que menos nos ha gustado) y en blanco.
A continuación se pueden ver una galería con imágenes tomadas con la Lumix G5 (también en Flickr a toda resolución):
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