Ya hace un par de años, ante el imparable auge de las cámaras compactas sin espejo con objetivos intercambiables, se empezaba a vaticinar la muerte de las réflex. Quizás fuera pronto afirmarlo, pero razones ya entonces había.
El sector que más ha crecido, que más tecnología innovadora ha incorporado y que más estima va ganando. Las CSC parecen ahora más, si cabe, el caballo ganador. Aunque las cámaras DSLR aún tienen mucho que decir. Un duelo que va más allá de modelos y se ha traspasado a fabricantes. Y 2014 puede ser un año crucial para empezar a ganar el primer serio asalto en la batalla.
Las réflex y sus armas para defenderse
Por mucho que los smartphones ganen cada vez más terreno en el sector de la fotografía, que las compactas avanzadas empiecen a despuntar por su gran calidad y buena oferta, o que las CSC estén logrando un nivel de madurez considerable y una calidad fuera de toda duda, las cámaras réflex siguen estando ahí y defendiéndose. Sus armas son conocidas, pero quizás la más fuerte sea su aún gran estima por el gran público. Cualquier aficionado que quiere dar un paso más ampliando su equipo busca dar el salto a una réflex. Se considera que un tipo de cámaras para grandes ambiciones, por su versatilidad, por su tradición, e incluso (e importante) por su precio cada vez más asequible.
Los fabricantes tradicionales siguen manteniendo su elevado ritmo de actualizaciones y también ofreciendo nuevas gamas de acceso. Siguen cuidando sus modelos más simples y pequeños, que se han ido abaratando (se pueden comprar modelos por algo menos de 400 euros) para que lleguen a ser cámaras al alcance de cualquiera. Y también han convertido en cámaras de consumo modelos con sensores full frame, habitual "coto" del ámbito profesional.
Con todo esto y por su tradición, la estima del gran público hacia el sector de las réflex sigue siendo elevado. Las nuevas CSC aún siguen pareciendo cámaras poco serias, son pequeñas, sobre todo comparadas con cuerpos réflex con un gran teleobjetivo. Esta estima es, quizás, su mejor arma. De momento.
También en el sector profesional (sobre todo en reportajes, moda, fotoperiodismo o fotografía editorial) no parece entenderse otra forma de trabajar que no sea con una gran cámara DSLR y un objetivo contundente. Me ha confesado más de un profesional que cuando le contratan si llega con una cámara más sencilla los clientes no parecen mostrar mucha confianza (¡pero si yo tengo una cámara mejor!, frase literal). Así que, aunque algunos fotógrafos para trabajos profesionales exigentes ya utilizan una de esas cámaras pequeñitas que les dan calidad de sobra y, sobre todo, discreción y agilidad en determinados trabajos, necesitan seguir llevando encima sus pesados equipos DSLR, con un arsenal de objetivos para seguir "pareciendo" un fotógrafo serio. Todo de cara a la galería. Y precisamente por esa estima hacia las réflex que aún se mantiene.
Las CSC al ataque
Pero todo esto está cambiando drásticamente. Hemos visto en los últimos meses modelos muy serios y potentes de cámaras CSC que pueden sustituir a cualquier cámara réflex para casi cualquier tipo de fotografía. Cámaras como las Olympus OM-D, las Lumix GX o GH, las Samsung NX más avanzadas, la serie X más completa de Fujifilm o las potentes NEX (y ahora la serie A7) ofrecen prestaciones tan completas o más que cualquier réflex. Versátiles, resistentes, con una calidad de imagen superior,... pero ese "casi" para cualquier tipo de fotografía es el último escalón que les falta para ganar el asalto definitivo.
Los últimos modelos de CSC se afanan por demostrar que son las más rápidas enfocando, que poseen controles y capacidad de personalización de menús como cualquier fotógrafo exigente o profesional puede necesitar y que, además, son más pequeñas, ligeras y cómodas que ninguna. Con todo, para fotografía de acción o de deportes, les sigue faltando un poco. Quizás no tanto. Quizás sea más cuestión de que poco a poco se vayan implantando. Su control del ruido a altos valores ISO, la excelencias de sensores punteros o su manejabilidad son argumentos suficientes para defenderse en estas circunstancias.
Pero la apreciación es que aún les falta un paso. Ese pequeño escalón que está por llegar. Y que fabricantes como los mencionados (Sony, Fujifilm, Panasonic, Samsung y Olympus) ya están en camino. Así que la batalla de modelos o de gamas, se ha traslado a fabricantes. Ya que los tradicionales dominantes del sector réflex como Canon, Nikon o Pentax precisamente no han apostado tan fuerte por sus gamas de CSC. Han desembarcado, pero su llegada ha sido tímida o, al menos, no tan ambiciosa como podía esperarse por su potencial y hegemonía tradicional.
¿Quién ganará la próxima batalla?
La batalla está siendo dura. Aún queda mucho para "enterrar" a las réflex. De hecho no creo que asistamos a tal acontecimiento. Pero, necesitan una aportación tecnológica revolucionaria si no quieren ir perdiendo pequeños asaltos, como hasta ahora (aunque en el de la grabación de vídeo es quizás donde más fortaleza poseen). Algo que se intuye complicado, debido al elevado nivel que ya poseen. Y no van a poder seguir viviendo de esa "elevada estima" mucho más tiempo. Acabarán por imponerse las cámaras pequeñas, las CSC, que ofrecen calidad y portabilidad. Y, tecnológicamente, ya superan a muchas réflex. Pronto irán subiendo escalones y superando a modelos más elevados y sofisticados.
Pero, con todo, el sector DSLR va a seguir defendiéndose con uñas y dientes. Nos encontramos en un momento muy estimulante y las batallas que están por llegar prometen ser duras y emocionantes. Y eso es bueno para los fotógrafos que saldremos ganando con más y mejores cámaras como nunca antes habían existido y que facilitan aún más la difícil tarea de conseguir buenas fotos.
En Xataka Foto | CSC y Réflex, ¿se equivocan los fabricantes o los consumidores?
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