A todos nos pasa más tarde o más pronto. Ahora que comenzamos el 2012, es hora de que además de buenos propósitos, revisemos aquellas cosas que a través de nuestra propia experiencia fotográfica hemos sufrido alguna vez. Hagámoslo con humor y buen rollo. ¿Os parece bien? Seguro que sí. Y es que comenzamos nuestros primeros pasos haciendo un pequeño examen de nuestras meteduras de pata. Sí. Porque nos pasa a todo el mundo.
En ocasiones llevamos un despliegue tal de medios, que nos sobran la mitad y, en otras, nos faltan cosas. Por no planificar bien las cosas con tiempo, al final podemos meter la pata en nuestra sesión, sea esta del tipo que sea; tanto si hemos quedado con un amigo a dar un paseo campestre sacando unas fotos como si tenemos una sesión fotográfica profesional fuera del estudio. Veamos alguno de los clásicos de este género del despiste.
Un clásico del olvido: El flash y las tarjetas de memoria
Las prisas no son buenas consejeras decían nuestras madres con rázon. A veces, sales deprisa de casa porque no llegas al lugar del evento o donde has quedado para hacer lsa fotografías. Coges el coche, arrancas, llegas al sitio y al bajarte te das cuenta que has olvidado el flash. Bueno, a lo mejor subir la ISO puede ser la solución, pero también un reflector a mano en el maletero te puede salvar y y si tienes alguna fuente de luz cercana … incluso puedes conseguir resultados mucho más interesantes que con el flash. Y qué me puedes decir las tarjetas olvidadas puestas en el ordenador. De esas ni hablamos. Menos mal que se llaman tarjetas de memoria que si no, no sé qué haríamos.
LA ISO y la Configuración de la cámara
Tras una intensa sesión el día anterior, decides salir al día siguiente a hacer unas fotos. Has tomado bastantes fotografías y te das cuenta que el día anterior dejaste la ISO a 1600, has tomado ya veinte fotografías y resulta que todas a 1600 cuando a lo mejor lo máximo que debieras haber usado era 400, por decir un ejemplo. Notabas algo raro pero no sabías qué. Revisa siempre la configuración de la cámara antes de empezar cualquier sesión. Y piensa tranquilamente lo que vas a usar: medición puntual o matricial, la iso, la apertura y la velocidad. Mejor perder un poco de tiempo al principio, que no mucho después.
Las baterías de repuesto o las pilas
Cuántas veces has iniciado una sesión fotográfica en mitad del campo y comienzas a disparar, te das cuenta que la batería está al mínimo y te dices: “Bueno, sólo es un rato, así que …” y justo en ese instante se acaba la batería. Comienzas a mirar la mochila y resulta que no has traído la otra batería que te compraste hace poco. “¿Alguien tiene una batería de más para mi modelo?”, preguntas a algún compañero. Ese día seguro que no. Total, que te has levantado a las 6 de la mañana para pillar un amanecer de esos inolvidables, y tú con cara de tonto mirando mientras tus compañeros de viaje sacan unas instantáneas de impresión. Acuérdate siempre de poner a cargar la batería el día antes.
Perder material
La tapa del objetivo, los filtros y otros elementos pequeños, son los candidatos al óscar de los olvidos. Por eso aunque sea métete la tapa del objetivo en el pantalón o guarda inmediatamente después de usar los filtros en su funda o en la mochila. Estos elementos los solemos dejar en cualquier sitio, encima de una mesa, en una piedra, da igual. No los damos importancia por su poco valor en ocasiones ya que valoramos principalmente la cámara o un objetivo, como es normal. Pero los perdemos de vista y dedícate a buscar un filtro o la tapa en mitad del campo, por ejemplo. Puede ser muy divertido. Seguro que prestabas más atención a cualquier cosa que a la tapa.
En resumen: Organización y método
Guarda tu material de iluminación, por ejemplo, en una caja. Cada cosa en su lugar, en su funda o caja que para eso están. Y para las que no vayan en su sitio original puedes usar una caja de estas de plástico de las que puedes encontrar en la sección de almacenaje del hogar de los grandes almacenes y tiendas especializadas. No está de mal llevarla junto a la mochila y el resto de cosas. Unas tijeras, pilas de repuesto, el cargador de la batería o uno auxiliar, una tarjeta de memoria de reserva, la caja de los filtros, cinta aislante u otro tipo de cinta adhesiva son algunos de los elementos que te pueden ayudar a tenerlo todo organizado y no meter tanto la pata la próxima vez. No te despistes.
Fotografía de portada | Mike828
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