Después de una temporada de ausencia en nuestras páginas, volvemos a la carga con la sección de entrevistas a fotógrafos profesionales, Fotógrafos como tú. Esta vez con Daniel Cuthbert, especializado en fotografía de moda y documental.
Podemos definirlo como un auténtico ciudadano del mundo en sentido literal: nacido en el Reino Unido, criado en Sudáfrica, trabajó por diversos lugares de Europa, de nuevo vive en Sudáfrica y pronto se mudará a Barcelona.
No os perdáis la entrevista que os hemos preparado. Cuthbert tiene mucho que contar.
Nació usted en el Reino Unido, fue criado en Sudáfrica y vivió y trabajó en diversos lugares del mundo
Efectivamente, mi padre se dedica a la minería, así que nos mudamos del Reino Unido a Sudáfrica en los primero 80. Cuando terminé el colegio volví al reino Unido y, más tarde, trabajé en diversas partes de Europa.
En el medio de todos estos viajes, hizo un puntoy seguido en Londres para cambiar su vida. En ese momento dejó su trabajo a tiempo completo como hacker profesional para estudiar en el London College of Fashion y, después, comenzar su carrera como fotógrafo de moda, de nuevo, en diversos lugares del planeta. ¿Cómo vino ese cambio? ¿Qué iba buscando?
Todo esto ocurrió en un momento en el que me acusaron de hackear un sitio web de caridad. Lo cierto fue que esaba haciendo un donativo, pero detecté que el sitio no era lo suficientemente seguro, así que me preocupaba introducir mis datos bancarios en un sitio fraudulento.
Mi intromisión para comprobar de qué se trataba todo aquello fue interpretada como un intento de hackeo, por lo que me arrestaron. Harto del asunto, el décimo mes del proceso judicial que todo aquello trajo, decidí cambiar el rumbo de mi carrera.
Me interesaba más dirigirme hacia círculos creativos más que los puramente técnicos en los que me movía hasta entonces. The London College of Fashion es muy respetado, vi en él el lugar perfecto para obtener las habilidades necesarias para entrar en la industria.
Un poco más tarde vuelve del Reino Unido a Sudáfrica para continuar trabajando como fotógrafo. Ahora planea mudarse a nuestro país, España. ¿Cuánto tiempo ha pasado en Sudáfrica? ¿Por qué va a cambiarla por España?
Mi esposa y yo llevamos, en este momento, un año en Sudáfrica. Hemos decidido que España será el próximo país al que nos mudaremos. Lo hemos decidido así por el clima, la sorprendente escena cultural e, incluso, las conexiones con Europa.
Siempre he sido un amante del modo de vida español, así que estoy deseando aprender el idioma, la cultura y, con un poco de suerte, hacer contactos en la industria de la foto.
¿Sería muy ingenuo pensar que se van a quedar una buena temporada en nuestro país? ¿Cuáles son sus planes? ¿Qué vienen a buscar?
En realidad creo que España supondrá una mudanza definitiva. Tanto mi mujer como yo buscamos un sitio al que llamar “hogar” y España parece el lugar perfecto. Barcelona nos parece idónea, la hemos elegido porque tenemos algunos amigos allí y porque está al lado de la playa.
Me encantaría formar parte del industria de la fotografía en España, espero hacer los contactos suficientes y ser capaz de trabajar allí.
Por lo que a nosotros respecta, dejamos al final de la entrevista enlaces completos a sus sitios web, a modo de aviso a navegantes.
Por simple curiosidad, ¿cómo hacen sus amigos para enviarle una postal de Navidad? ¡No deja usted de moverse de un sitio a otro!
Eligen cualquiera de mis cinco direcciones en todo el mundo y la envían (risas). En este momento la mejor que pueden elegir es la de Sudáfrica.
En cualquier caso, si alguien quiere enviarme una postal de Navidad que no dude en hacerlo enviándomela a info@danielcuthbert.com.
Como fotógrafo cultiva diferentes géneros, aunque su principal actividad se basa en la fotografía de belleza y de moda, quizás el sueño de algunos de nuestros lectores.
Así es. La fotografía de moda siempre me ha interesado muchísimo. Me encanta mostrar las colecciones de los diseñadores con luces favorecedoras, pero, además, añadir a esa obra un punto adicional creativo mío en las sesiones de fotos.
Emma, mi esposa es maquilladora, así que ella alimenta el lando de la belleza y entre los dos concebimos conceptos e ideas para las sesiones que, trabajando juntas, funcionarán para que los productos que fotografiamos se vendan.
Ahí fuera hay muchos fotógrafos y equipos creativos alucinantes, esto me empuja y estimula a perseguir siempre mejores conceptos.
Lo mejor de la fotografía de moda para mí es trabajar con equipos de gente con talento. No estoy solo en las sesiones de fotos, es un trabajo de equipo, que creo que es la mejor manera de trabajar.
Su actividad como fotógrafo no acaba ahí. Lleva a cabo tambén algunos proyectos documentales fotográficos. Desde mi punto de vista son muy interesantes, ¿por qué los separa de su línea de trabajo principal?
La fotografía documental es la otra pasión de mi vida. Creo que los proyectos documentales que hago hacen que mantenga un balance muy saludable entre el mundo de la moda y el mundo real.
En mi faceta de fotógrafo documental habitualmente trato de fijarme en algunos aspectos de la vida que damos por sentados, lo hago con la esperanza de que la gente reflexione acerca de ellos.
Me intrigan los seres humanos y su naturaleza. Somos una especie extraña que a veces proporciona grandes fotos.
Hablemos un poco más de alguno de estos proyectos: Chernobyl. ¿Qué buscaba allí?
Recuerdo el desastre de Chernobyl cuando era un niño. Cuando se acercaba el aniversario decidí que quería ir allí a documentar qué había sucedido en esa zona desde la catástrofe.
Cuando llegué estábamos en mitad del invierno, con vientos terriblemente fríos y una temperatura de veintiséis grados bajo cero. Creo que puedo decir que aquellas fueron las condiciones más duras en las que tuve que hacer fotos. Pero también de las más reconfortantes.
Lo que más me alucinó del lugar al llegar fue el silencio. Era mortal. Lo único que se oía era el viento y, ocasionalmente, algún pájaro. Si miras las imágenes hay un sentido de calma en todas ellas.
Prypiat, la ciudad al lado de la central nuclear, fue la que más sufrió y toda el área está exactamente como era hace 20 años, con la excepción de que ya no hay seres humanos y de que la naturaleza está retomando el control.
Cuando a la gente le ordenaron la evacuación les obligaron a huir dejando atrás todas sus pertenencias. Así que si entras en los apartamentos puedes ver claramente cómo era la vida en 1986.
Nos conocimos accidentalmente gracias a uno de sus retratos, el de James Nachtwey, en concreto. También fotografió usted a Steve McCurry. ¿Cómo se afronta el fotografiar a semejantes fotógrafos? ¿Puede contarnos algo acerca de aquella experiencia?
Tuve la suerte de conocer a ambos en Bangkok, cuando estaban cubriendo ‘9 days in the Kingdom’, que fue un proyecto que documentaba Tailandia en honor al 80 cumpleaños del rey Bhumibol Adulyadej.
Es sobrecogedor conocer a uno de tus ídolos, e incluso más hacerle un retrato a uno de los mejores fotógrafos del mundo. Steve, por ejemplo, me dirigió mientras le hacía la foto, lo cual estuvo fenomenal, pues fue una experiencia que me enseñó mucho.
James y yo charlamos acerca de sus trabajos anteriores y sus proyectos del futuro. Le pregunté cómo encaraba sus historias documentales, lo cual también fue genial para mí, pues aprendí cómo enfocaban el tema los mejores.
Hemos estado repasando su trabajo y encontramos que los retratos de Nachtwey o de McCurry no son excepciones. Usted practica bastante el retrato. De hecho, uno de sus trabajos documentales, ‘People of Durban’ (Gente de Durban, ciudad en la que vive actualmente el fotógrafo), se basa en retratos de personas. ¿Qué quiere mostrar con ese proyecto?
La serie ‘The People of Durban’ fue concebida cuando volví a vivir a Durban. Crecí en esa ciudad durante los años del Apartheid y recuerdo el diferente trato que se le daba a la gente dependiendo del color de su piel.
Desde aquellos tiempos han cambiado un montón de cosas, aún así me sorprendió ver cómo un grupo de gente bien definido sigue siendo ignorado, principalmente porque eligieron las calles de la ciudad como su lugar de trabajo.
Me gustaría que el sudafricano medio viese a esta gente, queno sólo vive, sino que trabaja y juega en las calles, con frecuencia tienen grandes historias en sus espaldas. Al fin y al cabo es gente igual que elos.
Creo que es un proyecto de concienciación. Odiaba el concepto del Apartheid y además no aguanto a la gente que mira por encima del hombro a otros sólo por su situación.
¿Cómo se acerca uno a esa gente a la que, según sus propias palabras, “nadie mira dos veces”? ¿Es difícil?
Me han preguntado esto unas cuantas veces y siempre es complicado de explicar qué es lo que me hace hacerles fotos.
Conduzco bastante por la ciudad, en los últimos meses hice alrededor de unos 5000 kilómetros por las calles de Durban. Con frecuencia veo gente que trabaja y vive en la calle.
La elección no se basa en el tipo de trabajo, ni en el color de sus pieles, sino en lo que me transmite la persona, en si tiene una historia que contar.
Conocer todos sus proyectos nos genera una envidia… Estoy seguro de que muchos de nuestros lectores quieren cambiar el rumbo de su vida y convertirse en fotógrafos profesionales. ¿Fue para usted un paso fácil?
No sientan envidia, no es una cosa fácil. En mi caso dejé un trabajo muy bien pagado para hacer algo que realmente amaba hacer, pero con menos oportunidades de ingresar dinero. Trato de ser coherente con mi decisión, además tengo la suerte de haber adquirido mucha experiencia en el mundo de los negocios cuando trabajaba en banca, así que trato de aplicarla a la fotografía.
No es una profesión fácil, hay muchísima gente con talento ahí fuera, así que parecer mejor que ellos es siempre un reto grande.
¿Cuáles son las enseñanzas adquiridas en su camino como profesional de la fotografía hasta el momento?
Es muy importante no caer en la trampa del equipo. He visto a demasiados fotógrafos que tienen más cacharros que una compañía de alquiler de equipo fotográfico. En realidad nadie necesita la última cámara o la mejor.
La mayor parte de mi portfolio ha sido hecha con cámaras de más de 20 años. Lo importante es comprar lo que te puedas permitir y aprender a usarlo bien.
¿Tiene algún consejo para aquellos de nuestros lectores que estén considerando esta opción?
Claro que sí. Hice una entrada en mi blog acerca de esto, ya que me lo han preguntado muchas veces y creí que alguien se podría beneficiar de ella. La pueden encontrar en http://text.hmmm.co.za/2008/11/business-savvy-photography.html. Otra entrada muy buena y acertada enfocada a los fotógrafos jóvenes que comienzan está en LightStalkers.
¿Cree que los medios tradicionales están apoyano lo suficiente a la fotografía documental?
La fotografía documental, sin duda, atraviesa momentos difíciles hoy. Nos bombardean con imágenes cada día por sistema, más que nunca. Creo que esto logra insensibilizar a la gente con determinados temas, pues lo ven una y otra vez.
Si la situación de por sí es mala para la fotografía documental, en África, en general, y en Sudáfrica, en concreto, es peor. Los únicos proyectos que se conocen son europeos o americanos, muy pocos de los que llevan a cabo fotógrafos africanos son conocidos.
Es por esto que he decidido llevar a cabo un proyecto para mostrar el trabajo de algunos fotógrafos que respeto en un blog.
¿Cómo valora la relación de los medios con la fotografía? ¿Cree que los primeros se preocupan por la segunda?
Los unos no pueden existir sin la otra. Si miras atrás y te paras a pensar en los mayores eventos históricos del mundo, siempre había un gran fotógrafo para captar la imaginación del vidente.
Los medios tradicionales, como los impresos, están pasando tiempos complicados. Internet ha cambiado el modo en que la gente accede a la información, y esto ha transformado el funcionamiento de los medios impresos.
Hoy en día, con hacer un click accedemos a la información mientras los periódicos luchan por sobrevivir. Sinceramente no creo que vayan a hacerlo mucho más tiempo. Aquí, en Sudáfrica sólo el once por ciento de la población tiene acceso a internet, así que los periódicos siguen siendo un importante medio para las noticias y la información en África.
Casi hemos terminado y no hemos hablado todavía de equipo… ¿Podría contarnos algo sobre su equipo?
La pregunta inevitable sobe equipo (risas). Solía estar obsesionado con el equipo, especialmente con las novedades.
Tenía una Canon 1D Mark II y un buen grupo de objetivos y fue en un viaje a Camboya cuando realmente me harté. Tenía demasiado equipo y eso estaba cambiando mi modo de tomar fotografías. Lo vendí todo y me compré una Leica M6 con un Summicron de 50mm y creo que ha sido la mejor cosa que hice nunca.
Para mis fotografías de moda disparo en formato medio con una Mamiya RB67 o una Hasselblad 500cm/H2. Si el cliente lo prefiere disparo con respaldos digitales, pero el coste sigue siendo excesivamente alto.
Es un gran momento para hacerse con buenos equipos. La gente está tan obsesionada con tener el último invento digital, que si estás atento a buenos equipos “antiguos” puedes conseguirlos a precio de ganga.
Muchas gracias, Daniel. Ha sido un placer haber charlado con usted desde Xataka Foto.
No, gracias a vosotros, ha sido una entrevista interesante que espero le guste a los lectores.
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Por cierto, dentro de su página web, Cuthbert escribe un blog. Está en inglés, pero si esto no es un impedimento no os lo perdáis, toca temas realmente interesantes.
Más información | Página oficial de Daniel Cuthbert
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