Día triste para una generación de artistas. Ayer falleció uno de nuestros premios nacionales de fotografía. El fotógrafo que supo retratar como nadie esa época ochentera. La movida madrileña que tuvo a Pedro Almodóvar, Tino Casal o Alaska como máximos exponentes. Mis recuerdos de aquellos años son vagos, apenas estaba comenzando a vivir, pero su estela siguió un camino al que de algún modo todos nos hicimos partícipes en las décadas posteriores.
Pablo Pérez Minguez. Tuve el placer de conocerle hace unos años durante unas conversaciones sobre su obra en la Fundación Mapfre de Madrid. Carismático, con miles de historias vividas a sus espaldas, nos fue contando su trayectoria a la vez que revisitábamos su trabajo. En 2008 había presentado "Mi movida madrileña" cuya crónica podéis ver en el vídeo que le dedicaron en Miradas 2.
Estudiante de ingeniería agrónoma, se interesó por la fotografía e hizo un curso por correspondencia en un momento en el cual esta disciplina carecía de los medios de formación a los que ahora estamos habituados. A él le debemos publicaciones como "Nueva Lente" con la consigna del "todo vale" como revolución artística, así como haber dirigido el espacio Photocentro, un lugar de encuentro entre fotógrafos donde se impartían cursos, se hacían exposiciones y contaba con bar y biblioteca.
De esas colaboraciones surgieron proyectos junto a los artistas plásticos de la época así como de otras disciplinas. Por ejemplo partes de la película "Laberinto de pasiones" de Pedro Almodóvar fueron grabadas en su estudio.
No se dónde acabarán, pero los retrataré a todos. Quería ser fotógrafo de estrellas. Y siempre trabajé para crearlas. En el arte es fundamental el atrevimiento, no temer lo extraordinario.
Como fotográficamente estaba unido a los artistas del momento, creó un catálogo de 300 fotografías al que llamó "Foto-poro" donde tenían cabida cineastas, actores, pintores y cantantes. Todos ellos retratados bajo los parámetros pop de una estética llena de colores y contrastes. Sus fotografías a día de hoy nos trasladan a esos años, no desde la distancia, sino desde el recuerdo de una época que de algún modo sigue presente en nuestras vidas.
Más tarde fue precursor de lo que llamó "foto-textos", donde las palabras tenían el mismo peso que las imágenes en sus composiciones. Desde aquí os invito a que conozcáis su obra para mantener vivo su recuerdo. Que cuando trasladéis vuestra mirada a los 80, os acordéis de sus fotografías. Descansa en paz.
Fotógrafo | Pablo Pérez Minguez Vídeo | Youtube
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