Otro de los nombres que salieron a la palestra en la conferencia de la Fundación Juan March sobre Diane Arbus, fue el del fotógrafo Ernest James Bellocq. Se habló de él como parte influyente en la obra de la autora norteamericana en cuanto a la manera de vivir la fotografía. Tanto para Diane Arbus como para Ernest James Bellocq, esta disciplina era utilizada como medio para sus experiencias existenciales con el sujeto fotografiado partiendo de esa idea de que la verdadera vida es la fotografía. Ese vínculo existente entre fotógrafo y fotografiado es lo que coloca a estos autores en una verdad que les implica dentro del acto fotográfico.
Dicho esto y enmarcando a Ernest James Bellocq en la Nueva Orleans de comienzos de siglo XX, realizó fotografías de corte industrial y paisajístico siendo conocido no obstante por sus imágenes de los fumadores de opio y de las prostitutas que ejercían la profesión de forma legal en Storyville.
Esas últimas fotografías fueron objeto de una exposición con la colaboración de Susan Sontag y John Szarkowski en la titulada "Storyville, the red-light district of New Orleans" tras ser rescatadas por Lee Friedlander en 1958, lo que nos lleva a reconocer su trabajo pasados varios años tras su muerte.
En esas imágenes las prostitutas aparecen con el rostro visiblemente maltratado en post-producción por el propio Bellocq para que no se las reconociese, aunque en otros casos utilizaba máscaras. Según nos contó Gilles Mora, al igual que Diane Arbus mantenía relaciones con muchos de sus retratados utilizando la fotografía como medio para dar rienda suelta a sus inquietudes sexuales, el fotógrafo de Nueva Orleans también tenía encuentros con las prostitutas que fotografiaba.
Es lo que comentábamos al principio sobre esa idea de vivir la fotografía que se ve reflejada en el resultado por el vículo tan estrecho creado con el sujeto. Ernest James Bellocq además influyó de manera notoria en la obra de Witkin gracias a ese reconocimiento que tuvo con las numerosas exposiciones de su trabajo a lo largo y ancho del globo.
Os dejo con el vídeo compartido donde se dan cita muchas de esas fotografías tomadas de las prostitutas, sí nos puede recordar a Witkin del cual comprendemos ahora sus acabados, aunque las imágenes de Bellocq se nos presenten con una amable carga erótica vistas con un siglo de por medio.
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