Internet es esa gran herramienta que desafía a las fronteras del mundo y apuesta firme por aquel viejo concepto de la aldea global y fue así, gracias a La Red, como descubrí el trabajo de un joven fotógrafo al que no conocía. Paul Octavious es su nombre y aunque trabaja en Chicago está a pocos segundos de vosotros.
SAME HILL, DIFFERENT DAY fue el proyecto con el que descubrí a Paul. Una colina, tres años y una cuidada selección de fotografías de entre las muchas realizas son los culpables de que me fijase en el trabajo. En principio puede parecer un proyecto más, como el ya conocido de fotografiar el mismo árbol una vez durante las cuatro estaciones del año pero yo veo algo más.
Veo en este trabajo algo que va más allá de la mera contemplación fotográfica. Paul, que dice haber fotografiado miles de veces Chicago, tan solo se detuvo frente a la colina y sintió la necesidad de fotografiarla para acabar tomándola por musa durante tres años a través de los que registró no solo la evolución física de la colina y su entorno sino cómo la gente interactuaba con ella.
¿Por qué me ha llamado tanto la atención el trabajo de Paul Octavious? Quizá sea porque vea en esta serie un ejercicio de reflexión personal además de proyecto fotográfico o porque inmediatamente me hizo recordar una frase de Ansel Adams sobre los paisajes:
bq. Regresar puede ser más gratificante que esperar durante mucho tiempo a que algo suceda en un lugar determinado
Aunque no descarto la segunda opción, tras ver otro de sus proyectos, PUFFIN CLOUDS creo poder confirmar mi teoría de que hay, tras cada una de sus series y fotografías, un importante trabajo mental. Espero que os guste su trabajo tanto como a mí y que le sigáis de cerca porque, sin duda, lo merece.
Fotos | Paul Octavious
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