La división de fotografía de Panasonic está siendo muy prolífica este año. Durante los últimos meses han llegado al mercado cámaras tan interesantes como las Lumix TZ70, CM1 o G7, todas ellas analizadas en Xataka Foto y Xataka. Pero esto no quiere decir en absoluto que la reciente Lumix GX8 sea simplemente un modelo más. De hecho, se trata de una cámara cuyas características le confieren un marcado carácter propio.
El día de mediados del pasado mes de julio elegido por Panasonic para dar a conocer su nueva Lumix GX8 os adelantamos buena parte de las características que esgrime esta cámara para hacerse un hueco en el mercado, pero durante las últimas semanas hemos tenido la oportunidad de probarla a fondo. Aquí tenéis nuestro análisis de esta cuando menos interesante sin espejo Micro Cuatro Tercios.
Panasonic Lumix GX8: especificaciones
Sensor | Live MOS Micro Cuatro Tercios de 20,30 megapíxeles efectivos y filtro de color primario |
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Estabilización | Dual I.S. (presente en el objetivo y el cuerpo) |
Enfoque | AF por detección de contraste |
Rango de detección AF | EV -4 - 18 (ISO 100 equivalente) |
Visor | OLED Live View Finder (2.360.000 puntos) |
Sensibilidad | 200 a 25.600 ISO |
Compensación de la exposición | Pasos de 1/3 EV ±5 EV (±3 EV en el caso de imágenes en movimiento) |
Velocidad de obturación | De 1/16.000 s a 30 minutos |
Ráfaga | 8 FPS con el obturador mecánico |
Monitor | Pantalla OLED táctil de 3 pulgadas extraíble 3:2 y 1.040.000 puntos |
Vídeo | Hasta 4K/UHD (3.840 x 2.160 puntos) a 25 FPS |
Conectividad | WiFi 802.11b/g/n, NFC y conexión mediante código QR |
Formatos de imagen | JPEG (DCF, Exif 2.3), RAW, MPO (con lente 3D en el sistema Micro Cuatro Tercios) |
Formatos de vídeo | AVCHD (formato de audio: Dolby Digital 2 canales), MP4 (formato de audio: AAC 2 canales) |
Dimensiones | 133,2 x 77,9 x 63,1 mm |
Peso | 487 g (con tarjeta SD y batería, pero sin objetivo) |
Precio | 1.200 euros (solo el cuerpo) |
Ergonomía, sensor y estabilización
En el análisis que dedicamos a la Lumix GX7, la predecesora de la cámara que protagoniza este post, hace ya dos años valoramos positivamente tanto su diseño retro como, sobre todo, su cuidada construcción y bien ejecutada ergonomía. Afortunadamente, estas cualidades están también presentes en la Lumix GX8. Su diseño puede gustar más o menos porque, al fin y al cabo, se trata de una preferencia personal, pero es indudable que se trata de una cámara sin espejo bien construida y con una ergonomía acertada.
Su cuerpo es de aleación de magnesio y está sellado, lo que protege los delicados componentes electrónicos alojados en el interior de la cámara del polvo y las salpicaduras. Y en lo que concierne a la ergonomía su grip no es exageradamente pronunciado, pero sí lo suficiente para proporcionarnos un agarre firme y muy estable.
Un apartado en el que me gustaría reparar es que la GX8 es una cámara grande. No es excesivamente voluminosa, pero, desde luego, no se trata de una cámara que podamos introducir en un bolsillo de tamaño medio. De hecho, su cuerpo es mayor que el de la GX7, algo que está en gran medida justificado, como veremos más adelante, por las novedades que podemos encontrar tanto en el interior como en el exterior de esta cámara.
Una de las características distintivas de la GX8 es su captador Micro Cuatro Tercios Live MOS. Y es que esta es la primera cámara de Panasonic que incorpora un sensor de este tipo con una resolución de 20,30 megapíxeles efectivos (la GX7 se conformó con 16 megapíxeles), un dato que alegrará a aquellos usuarios que echaban de menos una cámara Micro Cuatro Tercios con una resolución algo superior a la habitual (unos párrafos más adelante comprobaremos en qué medida esta novedad influye en el nivel de detalle que nos ofrece esta cámara).
Este nuevo sensor está arropado por la última versión del procesador Venus Engine, un componente muy importante porque en él recaen varias de las novedades más llamativas que nos ofrece esta cámara: la posibilidad de tomar ráfagas de 8 FPS utilizando el obturador mecánico y el enfoque automático «sencillo», y de 6 FPS empleando el enfoque continuo. Pero esto no es todo. La GX8 también nos permite capturar ráfagas con resolución 4K/UHD y grabar vídeo en este último formato con una cadencia máxima de 25 FPS.
La nueva Lumix GX8 incorpora tres modos de disparo 4K Photo: 4K Burst Shooting, 4K Burst Start/Stop y 4K Pre-Burst
De los modos de disparo 4K Photo de Panasonic os hablamos en profundidad en nuestra toma de contacto con la Lumix G7. En este apartado la GX8 nos ofrece unas prestaciones esencialmente idénticas a las de la G7. Si decidimos utilizar el modo 4K Burst Shooting podremos disparar ráfagas de 30 FPS mientras mantengamos presionado el botón de obturación.
Con la modalidad 4K Burst Start/Stop iniciaremos el disparo en ráfaga al presionar el botón de disparo, y lo detendremos al volver a apretarlo. Y con el modo 4K Pre-Burst la cámara graba automáticamente 30 FPS un segundo antes de que apretemos el disparador, y otros 30 FPS un segundo después, por lo que nos entrega nada menos que 60 fotografías.
No puedo concluir este apartado sin prestar atención a la que sin duda es una de las principales bazas con las que cuenta la GX8 para llamar nuestra atención: su doble estabilización. Y es que esta cámara sin espejo incorpora un estabilizador en el cuerpo que puede ser utilizado en combinación con el estabilizador presente en los objetivos, lo que, en teoría, debería ofrecernos un margen muy amplio a la hora de proteger nuestras fotografías de la trepidación. Unas líneas más adelante comprobaremos cómo se ha portado esta Lumix en este escenario de prueba.
La Lumix GX8, en combate
El objetivo que Panasonic nos hizo llegar junto a la cámara para que la probásemos a fondo es el G Vario 14-140 mm f/3.5-5.6 ASPH, una óptica bastante polivalente que, aunque nos ofrece una calidad interesante, en mi opinión no es capaz de poner sobre la mesa todo el nivel de detalle que, sobre el papel, el nuevo sensor de 20 megapíxeles es capaz de recoger. Una óptica más luminosa con un rango focal más comedido, o, incluso, con focal fija, creo que habría sido más interesante. Aun así, el 14-140 mm me ha permitido formarme una idea bastante precisa del potencial que tiene la GX8.
Antes de entrar en detalles me parece importante mencionar que la interfaz que pone en nuestras manos esta cámara está bien resuelta. Me gustan sus diales apilados de selección del modo de funcionamiento y compensación de la exposición, sus botones configurables y accesos directos. Al fin y al cabo, estas son prestaciones que cabe esperar en una cámara de este nivel. Los diales, por cierto, están impecablemente mecanizados.
Sin lugar a dudas, una de las características de esta cámara que mejor sabor de boca me ha dejado ha sido su enfoque automático. Cuando probé hace apenas tres meses la G7 pude constatar el buen trabajo que está haciendo Panasonic con el enfoque automático de sus últimas cámaras, y lo cierto es que la GX8 rinde muy bien en este apartado. Según la marca japonesa el motor de enfoque ha mejorado el seguimiento en un 200% si lo comparamos con el que nos ofrecía la GX7. Sinceramente, no sé si la diferencia es tan grande, pero lo cierto es que la GX8 enfoca con precisión y mucha rapidez, algo muy evidente al utilizar, por ejemplo, el modo de disparo 4K Pre-Burst.
Cuando la luminosidad ambiental no es crítica el enfoque rinde realmente bien, y solo se resiente cuando la luz escasea, algo que, por otra parte, es previsible. En estas circunstancias lo ideal, en mi opinión, es apostar por el enfoque manual para estar seguros de que nuestras fotografías tienen exactamente el acabado que tenemos en mente, aunque el modo de enfoque en condiciones de poca luz (-4 EV) que nos propone Panasonic, denominado Star Light AF, consigue resolver de una forma muy correcta fotografías nocturnas con fuentes de luz puntuales, como, por ejemplo, una vela o la luz reflejada por la luna.
Cambiando de tercio, otro apartado que tenía muchas ganas de diseccionar es su sistema de estabilización. Para aprovechar la doble estabilización del cuerpo y el objetivo es necesario actualizar el firmware de las ópticas, algo que ya es posible hacer porque la cámara llegará a las tiendas a lo largo de este mes de septiembre, pero que nosotros no pudimos abordar en julio, que fue cuando pudimos probar esta nueva Lumix.
Aun así, la estabilización de 4 ejes del cuerpo nos ofrece una capacidad de compensación de las vibraciones cuando utilizamos tiempos de exposición prolongados y disparamos a pulso muy interesante, una cualidad que nos gustó cuando probamos su predecesora, el modelo GX7. Sin embargo, como acabamos de ver, la principal baza de la GX8 en este escenario de uso es su capacidad de combinar la estabilización mecánica de 4 ejes del cuerpo con los 2 ejes de las ópticas de la marca.
No puedo poner fin a este apartado sin mencionar la gran calidad que tiene el visor electrónico integrado en esta cámara. Su corazón es un panel OLED con una resolución de 2.360.000 puntos y una tasa de contraste de 10.000:1. Además, este pequeño monitor es inclinable un máximo de 90 grados, una característica que en la práctica resulta muy útil porque nos permite utilizarlo sin necesidad de adoptar posturas incómodas. Este visor no es el más avanzado si me ciño a la latencia, pero la verdad es que es tan reducida que incluso los incondicionales de los visores ópticos se verán obligados a reconocer lo mucho que están mejorando los visores electrónicos. Y lo que sin duda llegará durante los próximos meses.
Calidad de imagen
Como he mencionado antes, el objetivo que nos ha prestado Panasonic para probar la GX8 creo que no es capaz de «poner sobre la mesa» todo el potencial de esta cámara. Aun así, la fotografía que os dejo debajo de estas líneas defiende que el nivel de detalle que es capaz de recoger el nuevo sensor Live MOS de 20,30 megapíxeles efectivos es alto. Probablemente en compañía de una óptica más ambiciosa esta cámara aventajará sensiblemente a las Lumix con sensor de 16 megapíxeles en este parámetro. Por otro lado, su precisión cromática es posiblemente de las más atinadas de las cámaras Micro Cuatro Tercios que he tenido la oportunidad de probar hasta la fecha.
La siguiente fotografía la tomé a última hora de la tarde, en un momento en el que la luz ambiental ya escaseaba. La GX8 resolvió satisfactoriamente el enfoque en el centro de la flor, pero lo que nos permite apreciar esta instantánea es, como apunté en el párrafo anterior, la amplia gama cromática y la sutileza de esta cámara. Esta característica, junto al incremento de la resolución y el nivel de detalle del sensor, gustará a los aficionados y los profesionales que buscan una cámara con un cuerpo relativamente compacto que les asegure la captura de imágenes con un color rico, y, sobre todo, fidedigno.
Esta es otra fotografía tomada durante el ocaso, con relativamente poca luz ambiental, y de ella podemos extraer dos conclusiones: el rango dinámico de la GX8 es amplio, como cabe esperar de una cámara de este nivel, y su nivel de ruido con un valor ISO relativamente alto (3.200 ISO) es bastante comedido, lo que nos ofrece un margen de maniobra interesante en aquellas circunstancias en las que la escasa luz ambiental puede invitarnos a incrementar la sensibilidad.
Analicemos ahora en profundidad cómo se porta esta nueva Lumix al incrementar la sensibilidad. Como podéis ver en las fotografías que os dejo debajo de este párrafo, hasta 3.200 ISO el nivel de ruido que arroja la GX8 es bajo. A 6.400 ISO se incrementa ligeramente, pero no arruina la fotografía. Para tener un grano realmente molesto tenemos que llegar hasta 12.800 ISO, y a 25.600 ISO el ruido es ya claramente perceptible, estropeando la imagen.
En la práctica, esta cámara nos permite trabajar con mucha tranquilidad con valores de sensibilidad de hasta 3.200 ISO. Si las circunstancias lo exigen no veo mayor problema por alcanzar el valor 6.400 ISO, pero por encima de esta sensibilidad intentaría no trabajar porque el ruido se vuelve excesivo. Aun así, el comportamiento global de la GX8 en esta prueba es de notable alto.
Panasonic Lumix GX8, la opinión de Xataka Foto
Después de haber convivido con ella durante varias semanas, no me cabe ninguna duda de que Panasonic ha hecho un buen trabajo con esta cámara. Su predecesora, la GX7, nos dejó un «sabor de boca» muy bueno cuando tuvimos la ocasión de probarla a fondo, hace ya dos años, y esta nueva GX8 no nos ha defraudado. Grosso modo, podemos considerarla una GX7 «hipervitaminada» que potencia las cualidades que ya tenía esta última cámara, y añade prestaciones nuevas que la posicionan como una cámara a tener muy en cuenta si buscamos una sin espejo de alta gama, como todo lo que tiene que ver con la fotografía y la grabación de vídeo 4K/UHD.
Si tuviese que destacar lo que más me ha gustado de esta cámara me quedaría con su construcción robusta, con su alta calidad de imagen global (a pesar de que con una óptica más ambiciosa hubiese demostrado con más claridad lo que es capaz de hacer), y también con la flexibilidad que nos ofrece la estabilización conjunta del cuerpo y las ópticas. Pero también hay algunos «peros» que tengo que reseñar. El más evidente es que el volumen de su cuerpo puede provocar que algunos aficionados la descarten en beneficio de una cámara más compacta. Y el más difícil de superar, por el momento, es su precio.
Y es que los 1.200 euros que cuesta el cuerpo pueden representar una barrera importante para muchos aficionados (la GX7 llegó con un precio más competitivo: 1.099 euros en kit con el objetivo 14-42 mm). Aun así, si este coste no desborda tu presupuesto y buscas una cámara sin espejo polivalente, bien construida y con grabación de vídeo 4K/UHD, tenla en cuenta. Merece la pena.
La nota de la Lumix GX8 en Xataka Foto
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A favor
- Alta calidad de imagen global
- Construcción cuidada
- Estabilización y visor renovados
En contra
- El volumen de su cuerpo puede provocar que algunos usuarios la descarten
- La gestión a posteriori de las ráfagas de fotografías 4K/UHD es farragosa
- Su precio es algo elevado
La cámara ha sido cedida para el análisis por parte de Panasonic España. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.