El quinto planeta del sistema solar, el planeta más grande y a la vez un desconocido del que empezamos a adivinar tanto su aspecto como su posible composición gracias a las fotos que ha publicado la NASA realizadas por la sonda espacial Juno.
El titular de este artículo no es, en absoluto, exagerado. Las imágenes capturadas por la Juno Cam, nombre del artefacto diseñado para la toma de imágenes en la sonda espacial, parecen cuadros abstractos, expesionistas que recuerdan al trabajo de pintores como Munch o Van Gogh.
La falta de figuración, el parecido con la técnica del óleo o la abstracción son algunas de las características que comparten estas imágenes y aquellas pinturas. Ya sabíamos que las nubes de Júpiter le daban unos colores azarosos, pero el capricho con el que se mueven, sopladas seguramente por multitud de tornados, mezclan en una misteriosa y onírica paleta los colores.
La foto de inicio es una visión en color mejorada de las nubes de Júpiter, fue procesada por el científico Bjorn Jonsson usando datos del instrumento JunoCam en la nave espacial Juno de la NASA. La imagen destaca una enorme tormenta giratoria en el sentido contrario a las agujas del reloj que aparece como un óvalo blanco en el hemisferio sur del gigante de gas. Cuando se tomó la imagen, la nave espacial estaba a unos 14.000 kilómetros del planeta.
Además de los conocimientos que los científicos extraen de estas imágenes, como que el campo magnético del planeta gigante es el doble de potente de lo que se creía o que hay enormes ciclones que giran en torno los polos del planeta, estas imágenes son espectaculares manifestaciones casi artísticas, ya que la Juno Cam no pretendía manifestar ningún sentimiento, pero evoca en (muchos de) nosotros sensaciones difíciles de explicar.
Las imágenes en RAW de JunoCam están disponibles para que el público pueda descargar y procesar
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