Una de las aplicaciones de fotografía para dispositivos móviles más populares en los últimos meses es Instagram. Un concepto sencillo que ha conseguido conquistar a los usuarios de iPhone, que es el único smartphone desde el que se puede usar, de momento. Todo apuntaba a una de esas modas fulgurantes y pasajeras, un hype de pleno como otras tantas que van de la mano a la velocidad de la luz con la expansión de los llamados teléfonos inteligentes.
Nada nuevo sobre el sol. Instagram ofrecía la posibilidad de tomar fotos al instante, aplicarle un filtro para “estropear” la captura, o simplemente dotarle de un aspecto más llamativo y, no lo olvidemos, ocultar las verdaderas carencias de la cámara del móvil. Y lo que es más importante: compartirla al instante en la nube. Simple. Básico. Esa es la clave de Instagram (y de otro centenar de aplicaciones similares) y por eso se puso de moda pero su crecimiento y expansión sigue imparable. Ya no se puede calificar de un mero hype, de algo pasajero.
Instagram en cifras
Acaba de superar cinco millones de usuarios que actualmente se publican más de 800.000 imágenes diarias, se comparten en unas 2.500 aplicaciones (como señala Rosaura Ochoa con su infografía) y cuyas recientes mejoras, aunque simples, están logrando que Instagram siga creciendo: tags, pequeña bio de cada usuario,… tanta popularidad que, como comentamos, hasta Facebook está manos a la obra para imitarlo, o al menos seguir su estela y aprovechar el potencial de sus usuarios y su actividad en la red social.
Recordemos que Instagram todavía no lleva ni un año como aplicación en la App Store, es una de las más descargadas y sigue siendo gratuita. Y todo esto con la demandada y esperada llegada a otros sistemas operativos móviles. Cuando llegue a Android (que ya está tardando) es de suponer que estas cifras podrían quedarse en meras anécdotas. Las marcas ya hace tiempo que se han fijado en el potencial de sociabilidad de Instagram, pero también muchos fotógrafos que lo usan como un vehículo más de autopromoción.
Las claves del éxito de Instagram: sencillez y diversión
Tengo que reconocer que la aplicación es adictiva. Me gusta por su extremada sencillez (no necesita instrucciones, es puramente intuitiva) por apostar por el formato cuadrado y por la rapidez y comodidad con la que se ejecuta una acción como tomar una foto, editarla y compartirla. Solo lleva unos segundos. En su simplicidad reside su éxito, como señala Zachary MacCune en su estudio.
Por otra parte también hay que destacar que con Instagram se consigue dotar a las tristes imágenes tomadas con un smartphone de diversión. Aplicando filtros o desenfocando conseguimos que una foto sin alma, sin gracia, llame la atención, sea más divertida. Además con los efectos que otorgan los filtros (que son una herencia de la fotografía química) se les otorga ese aire nostálgico y a la vez desenfadado que caracteriza a la fotografía con el móvil. Se consigue inmediatez, capturar un instante pero le añadimos un título, tags y conseguimos lanzar un guiño a nuestros seguidores. Una foto insulsa se convierte en un gesto divertido, llamativo,… una extensión de nuestra vida digital que se complementa a la perfección con Twitter, Flickr, Tumblr o Facebook.
Pero tampoco podemos olvidarnos de otros factores que ayudan a su éxito: actualizaciones a ritmo frenético, la amplia comunidad de usuarios, diversidad de fotos y el complemento con otras aplicaciones. Poco podían imaginar sus creadores Kevin Systrom y Mike Krieger el alcance de su invento. Y es que Instagram consigue su popularidad también por que no hace falta ser buen fotógrafo, no es la idea. La idea es contar algo con una imagen, muchas veces sustituye a un tweet, en vez de contar donde estoy, qué estoy haciendo, qué estoy viendo… simplemente hago la foto y la muestro al instante.
Y por si fuera poco, también debido a su expansión, las opciones no se limitan a la pantalla del iPhone, también podemos preparar nuestras propias impresiones con Instaprint (incluso pegatinas y carteles en plan mosaico con Prinstagr.am), conocer nuestras estadísticas con Statigr.am o navegar con algunos servicios por el contenido de Instagram desde nuestro PC para mayor comodidad.
Buena herramienta de promoción para el fotógrafo
También hay que destacar que me parece un gran instrumento de promoción para aquellos fotógrafos que quieren darse a conocer. Aquellos que buscan mostrar sus imágenes. Y que hasta hace muy poco, tomarse en serio la fotografía desde el móvil parecía ridículo, y sin embargo el asunto ha pasado a mayores. Su aceptación es plena y sus virtudes muchas. Aunque los puristas renieguen, hoy día ¿qué fotógrafo que necesita darse a conocer renunciaría a cinco millones de entusiastas aficionados, a marcas fijándose en cada paso, a curiosos, a evangelizadores… y a potenciales clientes? Y no hace falta hacer las fotos directamente desde el teléfono, te permite importar fotografías, por lo que se puede usar exclusivamente como sistema de promoción.
Es cierto que los recursos y las artimañas para lograr popularidad en Instagram no difieren de las usadas en internet. Avatar sexy, nombre sugerente y fotografías eróticas son ingredientes que no fallan. Pero más allá de eso, hay un buen puñado de fotógrafos que podemos encontrar en Instagram que bien merecen el aplauso, que se mueven como pez en el agua en esta aplicación y que, de paso, han logrado incrementar el interés y popularidad de la misma. Como el caso de fotógrafos profesionales que marcan estilo como Josh Johnson, Zack Arias o el español, afincado en Nueva York, Sion Fullana, reconocido gurú del movimiento iphoneography, todo un pionero y un gran fotógrafo.
Todo esto viene a demostrar que Instagram ha pasado de ser una moda pasajera a algo mucho más grande, que con su expansión no parece que vaya a diluirse pronto. Ni mucho menos. Esperen a su desembarco en Android y lo verán.
Sitio oficial | Instagram
Fotos | Instaframes (mi tumblelog)
Infografía | Rosaura Ochoa
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