Parece que las viejas réflex analógicas, las de carrete de película, las de toda la vida, están comenzando a salir de las sombras y cada vez son más los que vuelven a ellas. Muchos añoran los grandes resultados que obtenían con la película, otros simplemente viven enamorados del diseño de las viejas analógicas y otros tantos las usan por moda.
Mientras los primeros seguirán fieles a ellas y los segundos ahorran para hacerse con los modelos digitales de Leica y Fujifilm cada día surgen en la red nuevos diseños y conceptos que logran fusionar dos mundos, en principio, enfrentados. Hablo de una especie de respaldo digital universal para nuestras réflex de película.
La idea es simple, de esas que al conocerlas devuelven un obligado ¿cómo no se me ha ocurrido a mi antes? El sistema imitaría el diseño de un carrete de película abierto y se colocaría como si fuese un carrete de película más. El sensor coincidiría con las cortinillas de la cámara y registrarían la escena normalmente.
Podríamos, de esta manera, continuar usando nuestras queridas analógicas pero con un respaldo digital que nos ahorraría una importante suma de dinero y es que ésta es una de las grandes ventajas de la fotografía digital sobre la analógica porque no es lo mismo volcar cientos de imágenes tantas veces queramos en una tarjeta de memoria que comprar y revelar carretes y carretes de fotografías.
Coincidiendo con el 1 de abril, el día de los inocentes anglosajón, se publicó un concepto como el que comentamos, el RE-35 que despertó tanto interés que tuvieron que emitir un comunicado aclarando que no era un producto real. Ayer los chicos de PetaPixel nos enseñaban otro concepto parecido, lo que demuestra que la idea está viva y quizá algún día se haga realidad.
El gran obstáculo para que estos diseños vean algún día la luz (por ello los imagino imposibles) es que peligraría el negocio de las DSLR y creo que la industria fotográfica intentaría pararlo a tiempo si es que no lo ha hecho ya...
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